Desafío de la economía de la colaboración
Cristián Saieh Mena Socio Puga Ortiz Abogados, Director Negociación UC
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Cristián Saieh
Asistimos a una realidad en la que los mercados han derivado sostenidamente en generación de valor mutuo entre individuos y empresas, lo que se ha denominado la economía de la colaboración. Por medio de ésta las personas dejan atrás los actuales sistemas de acumulación, competencia y centralización por la generación de valor compartido, de la mano de la masificación de internet, rompiendo así las barreras de distancia y tiempo, disminuyendo los costos de transacción y haciendo más democrática la riqueza.
La pregunta que está en la base de esta nueva forma de hacer negocios es la siguiente: ¿por qué comprar un bien que solo utilizaremos una vez o muy pocas veces en la vida, si hay otra persona que ya lo posee y está dispuesta a compartirlo?
Uber y Airbnb son los íconos de esta nueva forma de poner en contacto potenciales clientes y proveedores no profesionales de servicios, a través de empresas (plataformas) que facilitan el contacto. No es de extrañar que, así como el negocio hotelero y el de vehículos de transporte están amenazados por esta nueva forma de hacer negocios, en poco tiempo más veamos a otras grandes industrias en jaque, como la de servicios financieros, con el creciente aumento del crowdfunding.
Estos modelos de negocio son los mejores ejemplos de este cambio de paradigma en la oferta y demanda de productos y servicios, tan profundos que los órganos reguladores de muchos países se encuentran sobrepasados. ¿Es Uber un servicio de intermediación, indisolublemente vinculado a uno de transporte? ¿Y Airbnb uno necesariamente hotelero? ¿Y el crowdfunding, es una operación de crédito de dinero de aquellas regidas por la ley?
Todas estas son preguntas que tendrán que hacerse los legisladores y seguramente los tribunales de justicia. Pero las respuestas deberán estar íntimamente ligadas a la cooperación y no a la confrontación, porque sería muy iluso pretender garantizar la existencia de los incumbentes a través de regulaciones prohibitivas que desconozcan las posibilidades que hoy nos otorga el acceso masivo a Internet y las opciones de emprender con bajos montos de capital y buenas ideas.
Por lo tanto, los desafíos estarán asociados a la necesidad de otorgar certeza jurídica y regular estas transacciones en materia de impuestos, patentes, derechos de los consumidores, entre otros. Así, la regulación deberá ser reinventada y la empresa deberá mostrar su capacidad adaptativa ya que los modelos de negocio quedarán obsoletos en muchas otras industrias como el retail, el sector inmobiliario, las telecomunicaciones, la salud, etcétera. Casi la totalidad de ellas deberán repensar sus estrategias y apuntar al éxito de la economía de la cooperación.